jeudi 26 janvier 2012

Perú y las Malvinas argentinas, 2022. La guerra que no fue. 4ª y última parte.

Vea la 1ª parte:
Vea la 2ª parte:

Vea la 3ª parte:

Buenos Aires, invierno de 2048. 
Reunión del equipo editorial en las oficinas de la calle Corrientes.

- En 2021 las disputas por las grandes reservas de guano de pájaro de las islas peruanas del Pacífico, de pronto, volvieron al punto en que habían parado, casi 150 años atrás, después de desatarse la llamada “Guerra del Salitre” o “del Guano” – lee Antoine Barral en el tablet.  Es que otra vez, como en el pasado, en las Islas Lobos, las toneladas de excrementos que antiguamente eran usadas como fertilizante agrícola, y más tarde en la industria de la pólvora, llevaron a que el congreso de los 23 estados remanentes de los EEUU, temiendo que Perú y Chile pudieran volver a controlar los precios, aprobaran una ley por la cual sus “marines” podrían ocupar toda y cualquier isla o islote rocoso del Oceano Pacífico que contuviera las valiosas reservas de guano.

- Ocurre que, luego de la guerra del siglo XIX en que Chile le quitó el litoral marítimo a Bolivia y la derrotó junto con Perú en una rápida sucesión de batallas, llegando incluso a ocupar Lima, el guano había perdido su valor comercial frente a descubrimientos técnicos realizados en Alemania – completa Sérgio Cambiado. El salitre artificial producido entonces en Europa, pasó a reemplazar al que se encuentra en el excremento de las aves marinas de la costa del Pacífico chileno, que habían perdido valor.
- Pero la decadencia de las industrias europeas en el siglo XXI, y el encogimiento territorial de los Estados Unidos, le habían dado nuevo valor al guano viejo – lee Antoine y apaga el tablet.

Sólo para hacer un poco de historia, recordemos que entre finales del siglo XIX e inicios del XX, el enorme desarrollo de la población en el viejo mundo -que ya llegaba en 1850 a los 266 millones de habitantes- exigió a los antiguos imperios centrales aumentar la producción agrícola. A partir de 1879, el Perú exportó casi 12 millones de toneladas de guano, a tal punto que, entre 1869 y 1875 el guano representaba casi 80% de su presupuesto nacional.

Para tener una idea del valor que el guano significaba para la agricultura de aquélla época, basta decir que el arqueólogo norteamericano Julius Bird halló grandes reservas del fertilizante natural debajo de una capa gruesa de residuos dejados por una civilización pre-cerámica en Pichales,en la región de Piragua, en el Perú, con una antigüedad de más de 3.200 años a. c.


São Paulo, otoño de 2048.
Revisando la prueba final en la imprenta de Editora Monteiro Lobato.

- A ver, Xavi, ¿puede seguir leyendo? – dice Santiago. “Igual que en el siglo XIX, en que el Viejo Mundo se interesó por su compra, y el guano de las islas fue reemplazando de a poco al estiércol de ganado que era usado desde la época medieval, el interés por el excremeto de las gaviotas sudamericanas volvió a Europa después de 2021.
Como en 1841 -cuando Perú envió el primer embarque a Gran Bretaña y poco después necesitó despacharles otros 22 barcos más, y hacia Francia, Alemania y Bélgica con más de 6 mil toneladas- los cargamentos aéreos y marítimos empezaron a aumentar en la tercera década del siglo XXI.

Diferente de como había ocurrido en el pasado -cuando a partir de 1850 el precio promedio aumentó, hasta producirse la caída brusca de la década de 1860, al empezar las ventas del fertilizante artificial descubierto por los europeos- la fiebre por el guano chileno y peruano renació en pleno siglo XXI”.

- Vamos a borrar lo anterior, ¿ok? Siga leyendo -. “La consecuencia casi inmediata del nuevo “boom” fue un gran despliegue de barcos de guerra en toda la zona del Pacífico. Una gran cantidad de islas fueron ocupadas en pocas semanas por aventureros y supuestos descubridores norteamericanos. Se llegó a tal punto en el emprendimiento, que los improvisados empresarios comenzaron a importar mano de obra barata de la poderosa China para recoger el guano de las rocas chilenas y peruanas, igual a lo que había ocurrido en el siglo XIX. Miles de chinos se extenuaban de sol a sol, semidesnudos en las islas, sin recibir los sueldos prometidos y sin que se les autorizara a pasar a tierra firme”.

“En el triángulo formado entre Bolivia, Perú y Chile, tres especies de aves –la guanay, el piquero y el pelícano- dejaban sus excrementos en la costa del Pacífico que en el siglo XIX supo ser boliviano y peruano. Hacia la mitad del siglo XXI, ese guano -otra vez reconocido como un poderosísimo fertilizante, y por no haber sido recogido por más de cien años- formaba verdaderos montes de casi 40 metros de alto”. – Esto también lo recortamos. Siga –
“Chile, lo mismo que los disminuidos Estados Unidos, no tardaron en volver a poner los ojos en esa riqueza natural por la facilidad con que se convertía en dinero vivo, de la noche a la mañana, en el mercado externo”.

“Nuevamente como en el siglo XIX -cuando hasta su propia carta magna de aquella época dictaba que su territorio llegaba hasta el desierto de Atacama, y aún así Chile se declaró propietario de las guaneras de Coquimbo, del desierto entero, y de todas las islas adyacentes- otra vez las naves de guerra estadounidenses avanzaron sobre la costa, desembarcaron y se dirigieron hacia el desierto hasta llegar a Fiambalá, en Catamarca, Argentina”.

- Es verdad. El presidente de Chile envió una misión diplomática para pedir apoyo de tropas al gobierno boliviano, pero no consiguió nada de inmediato. En mayo de 2021, las fuerzas navales norteamericanas desembarcaron en Mejillones para imponer la propiedad que les permitía la ley mencionada – recuerda Antoine y corta la lectura. El jefe lo mira por arriba de los anteojos de lectura, carraspea, y sigue leyendo:

“Enseguida, el 5 de junio, el congreso boliviano en Oruro autorizó al poder ejecutivo a declarar la guerra a los 23 Estados Unidos si no consiguiera el desalojo de las islas chilenas por la vía diplomática. Aprobó también dos artículos secretos, uno para crear un acuerdo con Perú, a cambio del guano de Mejillones; y otro para nuevos pactos con las potencias amigas, la Confederación Brasil-Argentina, y China”

- Perú demoró unos dias en apoyar a Chile y Bolivia, mientras que Gran Bretaña, a la que Bolivia había pedido un préstamo, decidió intervenir en el conflicto y sacar algún provecho intentando desembarcar tropas en las islas Malvinas, cuyos habitantes se habían aproximado políticamente a la Confederación – comenta Sérgio. Lo único que parecía restarles a Bolívia, Perú y Chile era lograr un acuerdo pacífico con los piratas norteamericanos”.



Catamarca, octubre de 2042.

Estercita sufrió un desmayo e imaginó un tren, y en cada ventanilla creyó ver una escena de su larga vida: casi una niña, cuidándola a doña Eufemia, setenta años atrás; y hace otros cuarenta, ayudándolos a Roque y a la tía Gringa. ¡No es fácil cumplir cien años! La ciencia avanzó mucho y logró la cura del cáncer, el sida y la dependencia del "paco", la marihuana y hasta del alcohol y el tabaco. Pero no curó los males de la memoria y las nostalgias.

Doña Estercita cumplió cien años y se acordó, como quien ve una película, de las imágenes más nítidas que revivió durante el desmayo. Sintió otra vez las alegrías que había gozado medio siglo antes, y el dolor de los recuerdos más amargos, como el de la segunda guerra de las Malvinas, “la que no fue”, la de 2022.

Y se acordó de la pena profunda de la tía Gringa, cuando supo que había muerto el hijo de Rodolfito en la maldita segunda guerra, del mismo modo estúpido, inútil casi, que lo habían matado el padre en la primera, cuarenta años antes.

Los ingleses estaban llegando, en una última tentativa de encontrar gloria con los mismos métodos de un pasado que ya había terminado y que sólo ellos no veían así. La escuadra británica arrastraba por las aguas turbulentas del Atlántico el orgullo derrotado de una potencia que ya no lo era más, y cuyos últimos súbditos –los Kelpers- ni siquiera querían seguir hablando el inglés patrón de Londres, y habían contratado lingüístas y filólogos –de la universidad de Buenos Aires-para estructurar una nueva gramática y una lexicografía que tomaba prestamos del inglés de los siglos XVIII y XIX y los mezclaba con el “papiamento” y los diversos slangs jamaiquinos.

Los ingleses habían llegado a doscientas millas marítimas de Puerto Argentino –al que los primeros marineros ingleses llamaran Stanley en el siglo XIX, y que los Kelpers cambiaran, en un gesto de buena voluntad hacia los vecinos continentales- y se enteraron de la noticia con horror.
Los habitantes de las islas Malvinas habían tomado dos decisiones insólitas y sobre las cuales el servicio de informaciones no les había alertado: repudiaron el nombre Falklands, del mismo modo que en 2019 habían rechazado el de Port Stanley, y habían pedido la incorporación a la Confederación Brasil-Argentina como la provincia de número 53º -las otras 28 eran brasileñas y 24 argentinas- .

- Uruguay, Paraguay, Bolivia y Chile, estados libres asociados, votaron inmediatamente a favor de la incorporación de los Kelpers y mandaron tropas mixtas de refuerzo al archipiélago – lee Antoine.
- Las Naciones Unidas convocaron al consejo de seguridad, y tanto el Consejo de Europa como los 23 Estados Unidos, China y la India, votaron unánimemente a favor, dejando a la vieja Gran Bretaña, una vez más, aislada y derrotada – completa Sérgio.

La tenaza que ambas potencias anglosajonas –la vieja y decadente Gran Bretaña y los reducidos 23 estados norteamericanos- habían estado cerrando sobre Chile, Perú y Bolivia por el Pacífico, y contra los Kelpers por el Atlántico Sur, ahora estaba anulada y desmontada.

Pero Rodolfo Unzaga no había tenido la suerte de poder ver el final pacífico del conflicto.


Lima, Perú, 27 de enero de 2022

Rodolfo Unzaga, agregado militar en la embajada argentina en la capital peruana, levanta la vista, ve el escuadrón de aviones caza cruzar por sobre el cielo de Miraflores y piensa en su destino.

Era el tercer Rodolfo entre los Unzaga, y el primero había muerto en un accidente en la cuesta del Portezuelo, en 1952, el mismo año de la muerte de Evita. El segundo fue su padre, hijo de Victoriano que entró muy joven en la aeronáutica, y murió en la primera guerra de las Malvinas, en 1982, tres semanas después del desembarco argentino en Puerto Stanley.

 Piensa Rodolfo, y vuelve a mirar hacia el cielo, y ve que desde el norte, haciendo una enorme curva en el horizonte, se asoman otras dos escuadrillas de Migs y una de los Mirage peruanos donados a Argentina antes que se desatara el inicio efectivo de las hostilidades.

Peru -amenazado por la marina de guerra norteamericana por el Pacífico, y que había seguido intentando mediar ante las amenazas en el Atlántico, cuando ya casi habían estallado las primeras declaraciones británicas de guerra- cedió enseguida los aviones de combate a Argentina. El escuadrón partió esa noche de la base aérea de La Joya y en uno de ésos Mirage M5-P-2020 iba Rodolfo Unzaga para participar, si las condiciones se lo exigían, en una nueva guerra por las islas Malvinas.
Sin embargo, cuando los aviones caza-bombarderos que cediera el Perú ya se encontraban en Puerto San Julián, listos para entrar en combate, luego de varios días de intensa preparación en tierra argentina, el conflicto terminó con la desocupación británica pacífica y ordenada -supervisada por China, Vietnam yla India- de todas las islas del Atlántico Sur. Al mismo tiempo, la flota naval norteamericana comenzaba la retirada de las islas chilenas del Pacífico.
Pero Rodolfo había salido con su Mirage, media hora antes del giro sorprendente de los hechos, cuando la flota inglesa estaba a menos de 150 millas de las islas. Era nada más que un vuelo de reconocimiento, pero fue abatido por un caza Sea-Harrier-2020. Una única ráfaga de ametralladora, una única víctima, que la Confederación no quiso reconocer como caída en combate, sino como muerte en un accidente. La família aceptó las explicaciones oficiales y se quedo callada. Ya no había patriotismos posibles en un momento en que una larga paz se imponía por sobre todo el continente.
La Gringa nunca recuperó su alegria. Y Estercita ahora, veinte años después, cumplía sus cien años y se acordaba, no de Rodolfito, pero sí de la profunda e inconsolable tristeza de su tía.
La “Guerra que no fue”, y la entrada de los Kelpers a la Confederación, marcaron toda una época con un nuevo objetivo prioritario: la unidad de todos los idiomas de la gran región como lenguas de encuentros, instrumentos que no serían más de dominación de los pueblos, pero sí de comunicación y de formación de una patria grande y justa en comun.
Fin. Javier Villanueva, São Paulo, 20 de enero de 2012. Cuento inspirado em ideas y sugerencias futuristas de Antoine Bairral.
Nota: Los idiomas nativos de América.  Este cuento de ciencia-ficción futurista relata hechos irreales. Pero los datos brevemente ofrecidos en la 3ª parte sobre los idiomas nativos de América son reales y verdaderos. Vea un poco más:

El nahuátl era el idioma que hablaban los aztecas, y antes de la llegada de los españoles funcionaba como uma lengua franca o común dentro de su imperio. Actualmente lo hablan unos 2 millones de habitantes en México, Guatemala y San Salvador.
El quiché es la lengua maya más conocida y la hablan en el sur de México, en Guatemala y en Honduras más de medio millón de personas.
Ya en la extensa América del Sur, los idiomas actuales más vigentes y reconocidos son el quéchua o quíchua, el aimara o aymará, el guaraní y el mapuche. El quechua era el idioma oficial de todo el imperio Inca. Actualmente, el quechua se extiende desde el sur de Colombia, todo Ecuador, Perú, Bolivia y hasta el norte de Argentina; es una familia de lenguas originaria de las sierras de los Andes centrales que se extiende por la parte occidental de Sudamérica y lo hablan unos 9 millones de personas. Es la familia lingüística más extendida en Bolivia, Perú y Ecuador después de la indoeuropea (1).
El aymará también se habla entre Bolivia y Perú, pero tiene menos hablantes que el quechua, unos tres millones. El guaraní se habla sobre todo en Paraguay, el noreste de Argentina y el suroeste de Brasil.
Finalmente, el mapuche es el idioma indígena más hablado de Chile. Mapuche significa “la gente de La tierra”, pero ellos prefieren llamar a su lengua “mupudungu” o “lengua de la tierra”. Es uno de los idiomas de América Latina con menos hablantes. Se calcula que actualmente lo hablan medio millón de personas.
(1) El quechua parece haber tenido su origen en una lengua antigua de la región central y occidental del Perú. Esta protolengua habría generado dos variantes a mediados del primer milenio de la era cristiana, las que a su vez originaron las dos ramas de la familia que luego fueron extendiéndose y diversificándose a través del vasto territorio andino en oleadas sucesivas, a veces desplazando, u otras muchas superponiéndose a un sustrato aimaraico anterior. Hacia el siglo XV, el quechua clásico se convirtió en una importante lengua vehicular del Antiguo Perú, que fue adoptada como lengua oficial por el estado de los incas. Esta variante fue la más importante empleada para la catequización de los pueblos indígenas durante la colonización española. A inicios del siglo XX, el quechua sufrió un retroceso por el avance sostenido del idioma español a través de la escolarización en todas las áreas rurales.

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